La cadena de comida gourmet Beverly Hills Caviar ha dado una vuelta de tuerca a las máquinas expendedoras. Es vending de lujo, una experiencia que ya funciona en tres centros comerciales de Los Angeles, en Westfield Century City, Westfield Topanga y Burbank Town Center. Estas boutiques portátiles ofrecen otros productos de lujo, como trufas o caracoles, destinadas a ejecutivos con poco tiempo que se encuentren en el camino con una rica cena sin necesidad de buscar una tienda específica.

El negocio es una idea de un matrimonio procedente de las familias del caviar del Este de Europa. En su propuesta manejan precios como el Beluga Imperial River, a 500 dólares la onza (unos 28 gramos), aunque hay productos más baratos, como el caviar clásico, a 50 dólares.

Uno de los retos de este invento fue el tipo de máquina. Hubo que tener en cuenta los niveles de temperatura, humedad, ventilación, iluminación y oxígeno para mantener el caviar fresco. Otro problema que manejaron fue el de la seguridad, porque, según dicen, cada día pueden estar tras el cristal productos por unos 50.000 dólares.

Según parece, no es la primera vez que alguien tiene esta idea, que ya se presentó en su momento en el mercado ruso.